martes, 29 de noviembre de 2016

LOS PATRIARCAS BIBLICOS

Se denominan así en lenguaje bíblico a los primeros padres del Pueblo de Israel, protagonistas de los primeros relatos legendarios o históricos de la Sda. Escritura. La figura de los Patriarcas tiene interés especial en la catequesis, pues ellos son elemento básico inicial en la Historia de la Salvación. A ellos se refiere Cristo en diversas ocasiones, recordando que El ha venido a culminar esa historia Unos son figuras míticas que configuran la mente de los israelitas: tal es el caso de Adán y Eva, de Abel y Caín, de Noe y de sus tres hijos. Las más recientes son figuras hipotéticas o posibles, que están ya en la raíz del pueblo, como es el caso de Abraham, Isaac, Jacob, José y Judá. En el Pentateuco las figuras patriarcales se recogen en el libro del Génesis que narra la historia de la humanidad y de la formación del pueblo de Israel. Para la referencia a sus hechos y significado se prolonga en todos los textos posteriores, tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento. Cronológicamente cubren la historia desde los orígenes de la humanidad (prehistoria), hasta los tiempos de los Faraones hicsos (semitas) que, hacia el 1674 (edad del bronce), invaden Egipto, poniendo la capital en Avaris (dinastías XV y XVI). Los Patriarcas constituyen una referencia religiosa obligada en la formación bíblica, al margen de las cuestiones arqueológicas o históricas que ellos representan.

OBRAS DE MISERICODIA

¿Qué son las obras de misericordia? Las obras de misericordia son acciones caritativas mediante las cuales ayudamos a nuestro prójimo en sus necesidades corporales y espirituales. Instruir, aconsejar, consolar, confortar, son obras espirituales de misericordia, como también lo son perdonar y sufrir con paciencia. Las obras de misericordia corporales consisten especialmente en dar de comer al hambriento, dar techo a quien no lo tiene, vestir al desnudo, visitar a los enfermos y a los presos, enterrar a los muertos). Entre estas obras, la limosna hecha a los pobres es uno de los principales testimonios de la caridad fraterna; es también una práctica de justicia que agrada a Dios. Aqui hay 4 de ellas: ENSEÑAR AL QUE NO SABE. Es importante que cooperemos con nuestros hermanos, pero es mas importante enseñarles a realizar por ellos mismos aquello que no saben. Por ello, enseñémosle a orar, a perdonar, a perdonarse, a compartir, etc. DAR BUEN CONSEJO A QUIEN LO NECESITA. Para dar buen consejo es necesario que nosotros mismos hayamos sido aconsejados por un director espiritual, que nos ayude a orar a Dios Padre, para que nos envíe su Santo Espíritu y nos regale el don de consejo. Así, bajo la guía del Señor, tanto nuestras palabras como nuestro actuar, serán un constante aconsejar a los que lo necesitan. CORREGIR AL QUE SE EQUIVOCA. Muchas veces nos enojamos o reímos cuando vemos a algún hermano equivocarse, olvidándosenos que no somos perfectos e inevitablemente nos equivocaremos también. Pensemos, ¿nos gustaría que se rieran de nosotros?, definitivamente NO, así que, cuando alguien se equivoque corrijámoslo con amor fraternal para que no lo vuelva a hacer. PERDONAR AL QUE NOS OFENDE. ¡Que difícil!, tanto que Jesús nos dice que debemos perdonar 70 veces 7, es decir, SIEMPRE. Además en el Padre Nuestro, nos pone la condición de PERDONAR NUESTROS OFENSAS, COMO NOSOTROS PERDONAMOS A LOS QUE NOS OFENDEN. Así que, a perdonar, perdonar, perdonar....

CAMINO A LA ESCUELA

La historia es una aventura humana La historia de “Camino a la escuela” es también una aventura humana. Para poder “tocar su sueño con los dedos”, cuentan con el apoyo de sus padres que accedieron a que tomaran este camino, mientras en los países donde se desarrolla la película, otros niños se quedan en casa para trabajar o ayudar a sus padres con sus hermanos y hermanas más pequeños. También pueden contar con sus amigos. Zahira y sus amigas se reúnen para hacer una ruta de montaña peligrosa y se apoyan cuando una de ellas está cansada. Carlos y su hermana Micaela se encuentran con compañeros durante el trayecto y terminan juntos el camino a través de las inmensas llanuras de Argentina. Reunirse es apoyarse, darse ánimos, y también protegerse. Este camino es también un viaje a través del hecho de cómo los niños aprenden a ser solidarios, a cuidar los unos de los otros, en suma a crecer. Y finalmente, si sus vidas no son parecidas, sus esperanzas son similares. Y si lo analizamos, surge la pregunta: ¿Son en realidad sus anhelos diferentes de los nuestros?. La escuela es una oportunidad Sin embargo, ninguno de estos niños se desalienta en ningún momento. Zahira realiza todos los lunes un largo viaje de cuatro horas por los senderos escarpados de las montañas del Atlas, que en invierno están cubiertas de nieve. Los hermanos menores de Samuel demuestran también su valentía para salvar los obstáculos que inesperadamente se interponen en su ruta, (camiones, calzadas inundadas,…). Para estos niños, el camino tiene un precio, el del esfuerzo que deben hacer cada día para conseguir su sueño. Zahira quiere ser médica, como Samuel. Y ambos saben que esto es imposible sin la educación. Jackson, gracias al trabajo realizado por su dedicación y tesón, fue capaz de obtener una beca que le permitió proseguir sus estudios y quizás algún día convertirse en piloto de líneas aéreas, tal como él sueña. Para estos niños, la escuela no es una tarea, es una oportunidad, un regalo muy valioso. Para ellos, acceder a la educación significa poder obtener más tarde un trabajo que les permitirá ocuparse de su familia, curar, ayudar a los demás, comprender el mundo, participar en la vida de su país.

jueves, 24 de noviembre de 2016

LAUDATO SI

                                   LAUDATO SI


1. «Laudato si’, mi’ Signore» – «Alabado seas, mi Señor», cantaba san Francisco de Asís. En ese hermoso cántico nos recordaba que nuestra casa común es también como una hermana, con la cual compartimos la existencia, y como una madre bella que nos acoge entre sus brazos: «Alabado seas, mi Señor, por la hermana nuestra madre tierra, la cual nos sustenta, y gobierna y produce diversos frutos con coloridas flores y hierba»[1].
2. Esta hermana clama por el daño que le provocamos a causa del uso irresponsable y del abuso de los bienes que Dios ha puesto en ella. Hemos crecido pensando que éramos sus propietarios y dominadores, autorizados a expoliarla. La violencia que hay en el corazón humano, herido por el pecado, también se manifiesta en los síntomas de enfermedad que advertimos en el suelo, en el agua, en el aire y en los seres vivientes. Por eso, entre los pobres más abandonados y maltratados, está nuestra oprimida y devastada tierra, que «gime y sufre dolores de parto» (Rm 8,22). Olvidamos que nosotros mismos somos tierra (cf. Gn 2,7). Nuestro propio cuerpo está constituido por los elementos del planeta, su aire es el que nos da el aliento y su agua nos vivifica y restaura.
Laudato si' (en dialecto umbroAlabado seas, en español)1 es el título de la segunda encíclica del papa Francisco, firmada el 24 de mayoSolemnidad de Pentecostés, del año 2015; y que fue presentada el 18 de junio de 2015.2
El nombre de la encíclica es tomado del cántico religioso denominado Cántico de las criaturas en donde uno de sus estrofas dice a la letra:
Laudato si', mi' Signore, per sora nostra matre Terra,
la quale ne sustenta et governa,
et produce diversi fructi con coloriti flori et herba.
Alabado seas, mi Señor, por la hermana nuestra madre tierra,
la cual nos sostiene y gobierna
y produce diversos frutos con coloridas flores y hierbas.
La encíclica se centra en el planeta Tierra como lugar en el que viven los hombres, defendiendo la naturaleza, la vida animal y las reformas energéticas en los seis capítulos compuestos; presenta el subtítulo: Sobre el cuidado de la casa común. Francisco realiza una «crítica mordaz del consumismo y el desarrollo irresponsable con un alegato en favor de una acción mundial rápida y unificada “para combatir la degradación ambiental y el cambio climático”».
Es la segunda encíclica publicada por Francisco, después de Lumen fidei, de 2013, sin embargo esta fue escrita en gran parte por Benedicto XVI, por lo que Laudato si' es la primera encíclica escrita completamente por Francisc
Aqui hay un video: