sábado, 3 de marzo de 2018

Las Pirámides

Las Pirámides

Las Pirámides de Egipto fueron los monumentos funerarios de los grandes faraones. Un legado que aún sigue despertando admiración.

Pocos monumentos han despertado tanta admiración a lo largo de la historia como las Pirámides de Egipto. Desde hace 4.500 años, las pirámides han sido un mudo testigo de la historia de la humanidad.
Sin duda, las más conocidas son las Pirámides de Gizeh, en las afueras de lo que hoy es El Cairo. Esta triada de pirámides son las tumbas de los faraones Keops, Kefren y Micerinos, que pretendían alcanzar la inmortalidad con estos impresionantes monumentos, y en cierto modo lo consiguieron.
La Gran Pirámide alberga la tumba de Keops. Es la única de las siete Maravillas del mundo antiguo que aún sigue en pie. Sus infinitos bloques de piedra se superponen uno sobre otro para alzar sus 146 metros hacia el inmaculado cielo azul de Egipto, proclamando la gloria de su creador.
A su lado está su hermana pequeña, la pirámide de Kefrén, construida por este faraón, hijo de Keops. Al estar situada en un terreno más elevado da la impresión que su tamaño es mayor de la de Keops, por lo que durante algún tiempo tuvo la denominación de Gran Pirámide. Sin embargo sus 143 metros son insuficientes para desbancar a la pirámide de Keops de ese privilegio.
Por último, la más pequeña de las Pirámides de Egipto es la dedicada al faraón Micerinos, que en tiempos antiguos estaba recubierta de mármol rosado. Aunque “solo" tenga 65 metros de altura se la suele apodar como la “pirámide divina". A su alrededor se levantan las pirámides de las reinas, pequeñas construcciones dedicadas a albergar las tumbas de las consortes de estos faraones.
Custodiando las Pirámides de Egipto se encontrará a la Esfinge. Esta majestuosa criatura de 20 metros de altura y 50 de longitud representa al faraón Keops. Su nariz fue destruida por un cañonazo durante la campaña de Napoleón en Egipto, a principios del siglo XIX, y su barba se custodia en el Museo Británico de Londres.
Pero estas no son las únicas pirámides de Egipto. Se estima que en todo el país se levantan hasta 118 de estas construcciones, destinadas a albergar las tumbas de los faraones y las personalidades importantes de su corte.
En el año 2.000 antes de Cristo, la construcción de las pirámides entró en decadencia. Los faraones trasladaron su corte a Tebas, y se hicieron enterrar en el Valle de los Reyes, en tumbas más discretas que podían permanecer selladas y garantizar su descanso eterno.
Cuando viaje a Egipto y descubra las pirámides recuerde las palabras de Napoleón: “Desde lo alto de esos monumentos, más de 40 siglos os contemplan".xz

jueves, 1 de marzo de 2018

Cueva de Altamira

La cueva de Altamira es una cavidad natural en la roca en la que se conserva uno de los ciclos pictóricos y artísticos más importantes de la prehistoria.​ Está situada en el municipio español de Santillana del MarCantabria, a unos dos kilómetros del centro urbano, en un prado del que tomó el nombre​
Desde su descubrimiento en 1868 por Modesto Cubillas y su posterior estudio por Marcelino Sanz de Sautuola ha sido excavada y estudiada por los principales prehistoriadores de cada una de las épocas una vez que fue admitida su pertenencia al Paleolítico.
Las pinturas y grabados de la cueva pertenecen a los períodos Magdaleniense y Solutrense principalmente y, algunos otros, al Gravetiense​ y al comienzo del Auriñaciense, esto último según pruebas utilizando series de uranio. De esta forma se puede asegurar que la cueva fue utilizada durante varios periodos, sumando 22 000 años de ocupación, desde hace unos 35 600 hasta hace 13 000 años, cuando la entrada principal de la cueva quedó sellada por un derrumbe, todos dentro del Paleolítico superior.​
El estilo de gran parte de sus obras se enmarca en la denominada «escuela franco-cantábrica», caracterizada por el realismo de las figuras representadas. Contiene pinturas polícromas, grabados, pinturas negras, rojas y ocres que representan animales, figuras antropomorfas, dibujos abstractos y no figurativos.​
En cuanto a su techo de los polícromos ha recibido calificativos como «Capilla Sixtina» del arte rupestre;​ «...la manifestación más extraordinaria de este arte paleolítico...»,​ «... la primera cueva decorada que se descubrió y que continua siendo la más espléndida»​ y «...si la pintura rupestre [paleolítica] es el ejemplo de una gran capacidad artística, la cueva de Altamira representa su obra más sobresaliente»​ nos indican la gran calidad y belleza del trabajo del hombre magdaleniense en este recinto.
Fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1985.​ En el año 2008 se hizo una extensión de la nominación a otras 17 cuevas del País VascoAsturias y la propia Cantabria, pasándose a llamar el conjunto «Cueva de Altamira y arte rupestre paleolítico del norte de España».

Historia del descubrimiento y reconocimiento

La cueva de Altamira fue descubierta en 1868 por un tejero asturiano llamado Modesto Cubillas (Modesto Cobielles ​) quien yendo de caza encontró la entrada al intentar liberar a su perro, que estaba atrapado entre las grietas de unas rocas por perseguir a una presa.​ En aquel momento, la noticia del descubrimiento de una cueva no tuvo la menor transcendencia entre el vecindario de la zona, ya que es un terreno kárstico, caracterizado por poseer ya miles de grutas, por lo que el descubrimiento de una más no supuso ninguna novedad.​
Cubillas se lo comunicó a Marcelino Sanz de Sautuola, rico propietario local y «mero aficionado» a la paleontología,​ de cuya finca era aparcero; no obstante, éste no la visitó hasta al menos 1875, y muy probablemente en 1876.nb​ La recorrió en su totalidad y reconoció algunos signos abstractos, como rayas negras repetidas, a las que no dio ninguna importancia por no considerarlas obra humana. Tres o cuatro años después, en el verano de 1879, volvió Sautuola por segunda vez a Altamira, en esta ocasión acompañado por su hija María Sanz de Sautuola y Escalante, de ocho años de edad.​ Tenía interés en excavar la entrada de la cueva con el objetivo de encontrar algunos restos de huesos y sílex, como los objetos que había visto en la Exposición Universal de París en 1878.
El descubrimiento lo realizó, en realidad, la niña. Mientras su padre permanecía en la boca de la gruta, ella se adentró hasta llegar a una sala lateral. Allí vio unas pinturas en el techo y corrió a decírselo a su padre. Sautuola quedó sorprendido al contemplar el grandioso conjunto de pinturas de aquellos extraños animales que cubrían la casi totalidad de la bóveda.​
Al año siguiente, 1880, Sautuola publicó un breve opúsculo titulado Breves apuntes sobre algunos objetos prehistóricos de la provincia de Santander. En él sostenía el origen prehistórico de las pinturas e incluía una reproducción gráfica. Expuso su tesis al catedrático de Geología de la Universidad de MadridJuan Vilanova, que la adoptó como propia. Pese a todo, la opinión de Sautuola no fue aceptada por los franceses CartailhacMortillet y Harlé, los científicos más expertos en estudios prehistóricos y paleontológicos en Europa.​
Las pinturas de Altamira fueron el primer conjunto pictórico prehistórico de gran extensión conocido en el momento,​ pero tal descubrimiento determinó que el estudio de la cueva y su reconocimiento levantara toda una polémica respecto a los planteamientos aceptados en la ciencia prehistórica del momento.nb La novedad del descubrimiento era tan sorprendente que provocó la lógica desconfianza de los estudiosos. Se llegó a sugerir que el propio Sautuola debió pintarlas entre las dos visitas que realizó a la caverna,​ negando así su origen paleolítico, o incluso atribuyendo la obra a un pintor francés que había sido alojado en casa del guía de la cueva,​ aunque la mayor parte de los expertos franceses consideraban a Sautuola como uno de los engañados.​ El realismo de sus escenas provocó, al principio, un debate en torno a su autenticidad. El evolucionismo, aplicado a la cultura humana, conducía a deducir que tribus antiguas y salvajes no debían disponer de arte y que desde entonces hasta la actualidad habría habido un continuo de progreso. Por lógica si el arte es símbolo de civilización debería haber aparecido en las últimas etapas humanas y no en pueblos salvajes de la Edad de Piedra. Su reconocimiento como una obra artística realizada por hombres del Paleolítico supuso un largo proceso en el que, también, se fueron definiendo los estudios sobre la prehistoria.

Niños haciendo un cuadro(El buscador en arco)

¿Qué ves en este cuadro?

Enlace: https://youtu.be/Pj4MVtoNWZc

Los encuestados entre los que figuraban tanto expertos como invitados han contestado sin conocer un detalle crucial del óleo: éste había sido creado por unos niños de entre tres y cuatro años en una guardería de un barrio de Madrid. La organización del programa había facilitado pinturas y material para que los pequeños rellenaran libremente un gran lienzo en blanco. Ninguno de los pequeños tenía  formación artística. Sobre todo, "desesperación" Para unas jóvenes, la obra-una pintura abstracta compuesto por manchetas en tonalidades azules, verdes y rojizas, mostraba "desperación", "angustia" y  "tristeza". También era "desesperación" lo que un hombre de mediana edad  veía en la pintura. En este caso, una desesperación por "buscar un camino nuevo". Una muchacha adivinaba en los colores "muchas sutilezas corrientes", mientras que otra distinguía claramente un paisaje vegetal. Es de un hombre con una carga erótica muy grande, pero también con una represión muy grande En cuanto al "perfil" del artista  que había elaborado este cuadro, muchos apuntaron la posibilidad de se tratara de un varón y "con mucha experiencia",dada la complejidad de una obra que denotaba "mucha meditación detrás". Además, según otro de los encuestados se percibía en el lienzo una gran pulsación sexual que habría sido "reprimida". 15. 000 euros, ¿caro? Ninguno de los aludidos pensó que el cuadro fuera caro al conocer su precio: 15.000 euros. Sobre todo, según apuntaban dos mujeres, porque "la mezcla de colores era muy trabajada".  Sólo un muchacho vio plausible que hubiera sido realizado por unos niños  y ocupara una pared de ARCO "si le había gustado a algún crítico". La reportera finalizaba su experimento con una pregunta: ¿Se presupone que un cuadro tiene calidad sólo porque está en ARCO?