miércoles, 7 de junio de 2017

Vientre de alquiler

VIENTRE DE ALQUILER (Historia)

Una mirada tres años atrás. Un país, Ucrania, donde estaba a punto de estallar una guerra civil. En un apartamento de un bloque de pisos en el centro de Kiev, una joven española se instala con dos maletas, una llena con ropa de premamá. La vamos a llamar por su signo del zodiaco, Libra. Le acompaña una pareja, también española, y un abogado. "Todo saldrá bien. No te preocupes por tu marido y tu hija, cuidaremos de ellos", le dicen. Pasan varios meses entre pruebas médicas y dos fecundaciones in vitro. La segunda con éxito. La pareja vuelve a España dejando a la mujer embarazada de un bebé que no será suyo. "Un favor de amiga", dice Libra. En realidad lo hizo por necesidad económica.
Los siguientes nueve meses trascurren entre antojos y lágrimas por Skype, a más de 3.000 kilómetros de su casa. Llega el día. El parto es en una clínica privada ucraniana. De su vientre nace una niña que nunca cogerá en brazos. Ha renunciado a ella ante notario. Es una madre sólo gestante. El primer vientre de alquiler de España. Y le han compensado por ello: 18.000 euros.
Hoy, al otro lado del Whatsapp, esta mujer de 32 años se lo piensa antes de empezar a teclear desde su casa en una ciudad castellana. "Más me vale estar callada", escribe. Su anonimato es necesario para explicar la atípica y enrevesada historia de una española que dio a luz en Ucrania al bebé de una pareja amiga. Un caso, a priori, único en nuestro país.
Lo contamos el fin de semana en el que se celebra en Madrid Surrofarir, una polémica feria sobre gestación subrogada, una modalidad popularmente conocida como "vientre de alquiler". Hay 22 puestos donde varias empresas asesoran a los españoles que desean viajar a los 10 países donde es legal esta práctica (en España está prohibido). Los comerciales que aguardan en cada staff tienen hasta un catálogo con fotos de mujeres dispuestas a ser gestantes y precios.
Varias organizaciones feministas, en contra de esta práctica, denunciaron el miércoles ante la Fiscalía la celebración de este evento. Para estos colectivos se está promocionando un mercado reproductivo mundial que mueve muchos millones de euros cada año. Y que no para de crecer. Se estima que el año pasado cerca de 1.200 parejas españolas fueron padres gracias a la gestación subrogada en países como Ucrania, Estados Unidos o Canadá.
Prohibido en España
El caso de Libra fue diferente. Es una madre gestante española que tuvo que irse a dar a luz a Ucrania porque aquí la Ley de Reproducción Asistida prohíbe la gestación subrogada, y por supuesto que se pague o cobre por ello. Sin embargo, el Estado tiene la obligación de reconocer a los niños a su vuelta debido a una sentencia del Tribunal de Derechos Humanos de la Unión Europea.

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